NUESTRA HISTORIA
Francisco
Prada
La historia de Prada se cuenta con pisadas…
Pisadas que comenzaron con la ilusión de Francisco Prada de ayudar a su familia a construir un mejor futuro en una España dividida y fragmentada por la Guerra Civil.
México:
Nuevo destino, nueva pasión
Con tan solo 28 años y con la pasión que lo caracterizaba, emprendió un viaje en barco, acompañado de una pequeña maleta y estilizados zapatos bicolores hacia un destino único que le abriría la puertas para concretar sus sueños: México.
En 1952 comienza a trabajar en la peletería “La Española” donde tiene su primer acercamiento a un sueño que cambiaría el rumbo de su propia historia y la de su familia, misma que ha permanecido como el principal motor.
Ahí convierte el almacén enorme de sobrantes de pieles en una fuente de crecimiento, y lo que los demás veían como un desperdicio, Francisco lo convirtió en una oportunidad.
En tan solo en 3 meses generó ganancias y una cartera de clientes que amaban su calzado.
Francisco encontró en la peletería y la moda su pasión, además de un acercamiento único a los orígenes españoles que por tradición han sido reconocidos alrededor del mundo.
El español
Que se enamoró
A la par, la vida de Francisco se llenaría de alegría y amor, ya que sería en esta época que conocería a la que sería su esposa por casi 60 años.
Mexicana y apegada a sus tradiciones, Cristina Sánchez, se convertiría en la compañera de vida de Francisco e impregnaría de un corazón único a los proyectos y metas que compartirían.
Habiéndose conocido en una romería (fiesta tradicional mexicana), y bajo la firme decisión de solo hablar con el hombre que no usara zapatos bicolores, cosa que en la decada de los 50s era socialmente vulgar y no aceptado, Cristina encuentra en Francisco el amor que rompería esas barreras sociales.
Impulso
Hecho en México
En 1958 funda su primer taller-boutique en la calle de Tonalá en la colonia Roma, donde fabricaba todo el calzado en la parte superior de su boutique, zapatos hechos a la medida, con detalles que los hicieran únicos y con la calidad, artesanía y buen gusto que lo caracterizaban.
Casi una década después, Francisco emprende una aventura que le daría experiencia, fuerza y una visión para el calzado mexicano que compartiría por más de 30 años con su primera marca.
Para 1981, contaba ya con más de 60 tiendas y 3 fábricas de zapatos y bolsos.
Sin embargo, fue después de la crisis financiera de los años 80s que su clara visión del calzado de piel, parecía desvanecerse, desilusionado por esta masificación, busca volver a aquellos valores que lo impulsaron durante toda su vida: originalidad, calidad española, trabajo detallado y artesanal, fueron los pilares que Francisco eligió para cimentar su nuevo proyecto que en conjunto con su esposa e hijos, lo acompañaría durante el resto de su vida.
El nacimiento
de una nueva marca
Es así que en 1987 nace Prada, marca que lleva su apellido como estandarte y como emblemático logo el escudo de la provincia de León, España.
Rodeado del calzado de diseño único, divertido e innovador, Francisco se afianza de su herencia española que respaldaba un nuevo sueño.
Después de un gran éxito, en 1997 a los 75 años y de la mano de su hijo Paco, inaugura la primera boutique Prada en la Ciudad de México, respaldada por un grupo de diseñadores y fabricantes españoles distinguidos por su estilo, artesanía y constante innovación en materiales, diseños y técnicas de producción.
Se escribe
una historia familiar
Tras la muerte de Francisco en 2013, sus hijas se hacen cargo de la marca, que hoy cuenta ya con más de 30 boutiques en México, lo que representa el sueño de su padre hecho realidad.
Zapatos y bolsas que cuentan historias de estilo y personalidad.
La tradición familiar, el legado español conjugado con el diseño pensado para los mexicanos y la creación artesanal hacen de Prada un referente en zapatos y accesorios de lujo de piel.
Prada: diseño español, corazón mexicano.
